7 feb 2010


Un día como cualquier otro en el que te despiertas a la mañana, cansado, con sueño, sin ganas de ir al colegio y a la vez con algo de felicidad que por lo dormido que estas no llegas a entender muy bien por que es.
Vas al colegio, te cagas de risa y la pasas bien pero sabes que hay algo, que justamente eso no es, que te puede hacer sentir mucho mejor.
Termina la mañana y por fin salís a respirar aire "puro" a la angosta vereda sobre la cual queda tu colegio que, como siempre, esta poblada de personas con las que te quedas riéndote un rato o quizás mas.
Por fin llegas a tu casa agotada y con dolor de cabeza de lo largo que se te hizo el día por haverte despertado tan temprano. A eso de las cuatro de la tarde comes algo, te dormís y cuando te despertas miras la hora. "Son las seis y diez" te das cuanta algo adormecido y cuando te das cuanta de la hora corres para ponerte las zapatillas y poder llegar a la escuela mas linda que, para los que vamos, todavía y por suerte no nos aburrió.
Llegas con dolor de cabeza de despertarte tan apurado y algo agotado de llegar casi trotando.
Tocas timbre y Martita te abre como siempre (tan simpática como es ella. Martita se la banca!), llegas a la sala de maestros y tratas de que Sarita te vea y te ponga el presente rápido así poder irte al taller, pero, Sarita se para, te abraza, te da besos y te pregunta como andas, que hiciste, por que tal cosa y tal otra (es imposible no hablar con Sarita con lo buena onda y agradable que es). Logras que te pongan el presente y corres al taller correspondiente en ese día y horario. Cuando llegas ves a tu hermoso grupo todos sentados en ronda (siempre pasa que llegas y alguien hace un comentario que te hace decir "POR FIN, YA ERA HORA DE VERLOS CON TODO LO QUE LOS EXTRAÑE" y a mas de una persona se le marca una sonrisa en la cara cuando te ve). Comenzamos el taller, con la actividad asignada por los profesores (quizás esta de mas aclarar que ellos saben bien darte lindas consignas para que ya no tengas verguenza y pierdas timidez a la hora de trabajar), terminamos el primer taller y todos sentados en una muy dispareja ronda nos abrazamos y nos reímos con uno que otro comentario de Jota o una cosa así.
Interrumpiendo las risas y las charlas suena la campana dando por terminado el primer bloque, todos tomamos nuestras cosas y salimos al patio; ese es el momento en que el que tu grupete se junta (en algunos grupetes hay Guadalupes, Florencias y de mas nombres de personas que conforman el famoso y recalcado "grupete", pero en este, que digo yo hay una May, una Gabilu, una Lu y una Ro. Dejenme decirles que es un bonito y simpático grupete). Se juntan y una vez reunidas no paran de reír, de hacer cosas completamente ilógicas y lindas por que las hacen juntas... Una que otra escapada al jardín y robar alguna que otra galletita, alfajor, y de mas cosas que por casualidad dios pone en sus caminos y, ¿Que clase de persona puede ignorar lo que dios ofrece? Exactamente, nadie. Hacen cosas loquisimas y demaciado comunes, por que ellas se pasan su vida haciendo cosas así.
Después de unos muy, divertidisimos veinte minutos, otra vez la campana, vuelve a indicar que el segundo bloque habría empezado. Cada cual se levanta de donde este y deja de hablar con quien lo este haciendo y se dirijirce hacia el aula del segundo taller en el que volvés a reír, volvés a sentirte bien con lo que haces y como y con quien lo estas haciendo. Todo una hora y media creando a través del arte cosas que quizás nunca pensaste que podrías hacer, cosas que nunca se te ocurrieron que podrías hacer, y, sin embargo las haces y de la mejor manera, con ternura y amor a lo que haces.
Ya estas echo un cachivache, durante los dos talleres que tuviste durante el día te manchaste la cara y las manos con pinturas, te despeinaste en el recreo mientras jugabas a la mancha, te hiciste un par de raspones cuando te tiraste al suelo para atrapar el tercer malabar, durante un taller te tiraste al piso a tocar la guitarra o para sacar una foto desde otro ángulo y ya te manchaste el culo con mugre, y, sin embargo ni en un solo momento mientras hacías todas esas cosas se te borro la sonrisa de la cara, ni un solo momento te cuestionaste que si te tirabas al piso te ibas a manchar. Solo y únicamente hiciste lo que quisiste sin que te importara mucho lo que podría causar eso después.
Creo que solo se trata de eso, de hacer las cosas respaldandote en el impulso, la incoherencia, la espontaneidad y felicidad. Esta escuela, el IVA, ayuda a fortalecer todas esas cosas que todos tenemos y en algunos están medio escondidos, te ayudan a que día tras día puedas vivir un día feliz. A descargarte de la forma mas sana y propia, ya sea pintando, actuando, haciendo música, tocando instrumentos, escribiendo, expresándonos con el cuerpo o sacando fotografías.
Un psiquiatrico en el que todos los locos buscan hacer lo mismo de diferente forma. Los locos quieren bailar y despeinarse mientras escuchan un Rock and Roll.

2 comentarios:

  1. oh si baby!

    el otro dia vi arnold! SOI FELIZ :D

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  2. ja, este es un texto digno de ser puesto en un folleto de propaganda del iva. aunque este folleto de propaganda del iva no miente como otras propagandas, dice exsactamente lo que pasa un dia de iva, solo falta aclarar que apenas te vas, ya queres que sea el proximo dia que te toca ir al iva. viva esa eterna felicidad de sentir que preteneses y de que le importas aunquesea a tu grupete. te extraño tanto como ir a comer moras al arbolito del iva.

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