26 abr 2011

A pesar de no conocerte, esto me hiciste sentir...
Tu claridad, tus armoniosos rasgos y tu mirada de timidez me hicieron sentir calida, bienvenida a tu cordial mirada. Cubierta en crisálidas, tras capas de sedas, salían de tus rizos imágenes de otoño o primavera... Te podía ver parada, sentada, recostada, bailando y girando con una cinta en tu mano por senderos sin piso, cubiertos de hojas naranjas y amarillas, el viento acariciándote suavemente la cara, el cabello bailando, y volvías a empezar así de linda y con el mismo saquito color ladrillo.
Tu sonrisa de dientes abismados, simpática, peculiar. Riendo y mirando hacia arriba, las copas de los árboles anaranjados se reflejan en tu pupila, el celeste se mezcla, se hace verde, se hace miel, se hace lágrima de felicidad. Se hace la tristeza incomprendida, se cambia tu cara de piedra. El sonido se dispara suave y lento por tu garganta, casi con paz absoluta o con amor.
No te conozco, te repito, pero hasta me hiciste escuchar sonetos encantadores, melodías de uno, dos, tres, cuatro violines al mismo tiempo, que sonaban primavera, te envolvían en naranjas y calidos colores...
Y volvías a empezar.

De Rocio a Julieta, Artes I 2011.

1 comentario:

  1. Eso y tantas cosas más me hace sentir, la amo. Es un ser tan impresindible en mi vida.

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