Me di cuanta que no tengo nada para dar.
No tengo nada que ofrecerte si algún día se te da por volver. Nada.
Lo que si tengo es cariño, sentido del humor, sinceridad para no mentir, y horas en las que no hago nada para poder estar juntos, me puedo amoldar a cualquiera de tus horarios.
Pero no te convenció, no te convence y no puedo darte nada mas.
Tengo diezyseis años con toda la furia del planeta y no tengo nada. Soy simplemente una mujer que intenta formarse seriamente para poder llegar a ser algo enserio, algo que pueda vivir y pensar racionalmente sin desviarme a ningún extremo. Pero mientras tanto curso tercer año con seis materias bajas, cuatro en marzo y dos en diciembre que se pueden salvar. Me gusta cantar cuando estoy contenta y soy catastrófica cuando estoy triste. Soy pesimista y optimista y trato de bancarla como puedo, aunque aveces no pueda.
No se si soy alguien pero soy algo, aunque sea algo.
¿Cuelgo? Si, todo el tiempo. Llego tarde a los lugares, me olvido de las cosas, soy torpe, no tengo compromiso en las cosas que llaman "importantes" y me duermo, amo dormir, pero una vez ya dormida cuelgo y no me despierto. Soy un desastre.
Un desastre que no te gusto, que no te llenaste con lo que tenia para dar, que no era tu estilo. Simplemente que no. Y no tengo algo mas para ofrecerte; te dije que te iba a esperar pero creo que el tiempo esta pasando y no tenes interés en volvernos a ver juntos. Mi tiempo se acaba y ya ni eso te voy a poder dar.
Ahora se que no te sirvo para nada mas. Vos seguís alimentando mi boca con cosas dulces que después sumergen siendo amargas y no pienso seguir esperando por algo que nunca voy a poder hacer, cumplir, vivir, amar. Creo que vales la pena, no te voy a mentir. Creo que tu yema del dedo índice tiene las huellas digitales mas perfectas para que marques mis labios, para que toques todos los días el timbre de mi casa, para acariciar mi pelo.
Pero por suerte, o desgracia, se que hay mas. Mas hombres, mas dedos índices, mas amor y probablemente alguien en este planeta se conforme con una inconclusa persona de diezyseis años. Probablemente alguien que tampoco tenga algo para dar quiera encontrarme e imaginar conmigo algo nuevo. Algo que quizá es posible tener y lograr.