1 ago 2011

Hace un poco mas de un año, llegue del iva a mi casa y a mi mama se la estaba llevando una ambulancia. Casi me muero. Me pelie muy fuerte con mi hermana y ella casi me mata a los golpes.
Me sentí débil y abandonada. Lo único que pude hacer fue llamarte por teléfono, vos me atendiste y por un rato me escuchaste llorar. Te conté lo que paso, con ella, con Laura, te conté como iba a ser mi vida sola en el mundo y vos me desnudaste a los besos. Me amaste así de sola en la vida, me convenciste de que todo iba a estar bien, y aunque por semanas no lo estuvo, estuviste ahí besandome la nariz todas las veces que mire el suelo...
Hoy, sin saber porque, te sigo queriendo y sigo sintiéndome la extensión que continua desde la palma de tu mano. Me pongo triste por el dolor que supongo, sin tener ningún derecho, flota y se cae por las paredes de tu departamento callado. Lo lamento por los tres y contemosla también a Luci, lo lamento por los mensajes que le dejabas por las noches en la mesa, por Riquelme, lo lamento porque lo lamento y la tristeza.
Quiero y me encantaría que puedas seguir amando, y los domingos con tu abuela, y la cancha donde siempre jugabas y te lastimaste alguna vez, sigas amando la entrada y el espejo que flota sobre tu cabeza en el hall de entrada, y las ames a ellas aunque a una el cambio de la secundaria la vuelva loca y la otra siga creciendo con la imagen de aquel escritor en la cabecera de la cama. Quiero y me encantaría, estés bien. Que seas Juan con esa marquita viviéndola y queriéndola en lo que quede de la vida.

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